
JUSTIFICACIÓN DEL LEMA:
El cartel que acompaña nuestro lema de este curso “Id y enseñad. ¿Nos acompañamos?” (Mt 28,19-20) está lleno de símbolos que nos hablan de nuestra manera de vivir como escuela cristiana, en comunidad y al estilo de Jesús.
El ojo central es el elemento más importante del cartel. Representa la mirada atenta de Dios que todo lo ve con amor, misericordia y ternura. Pero no es solo una mirada que observa: es una mirada que humaniza, que reconoce el valor de cada persona, que se detiene en los pequeños y en los olvidados, que se preocupa por las necesidades de los demás. Este ojo nos invita también a tener nosotros una mirada atenta, sensible y comprometida, capaz de ver más allá de lo superficial, de descubrir lo bueno en cada persona y de cuidar con esmero a quienes nos rodean. Este símbolo se conecta con la cultura del cuidado que el Papa Francisco nos pedía vivir: mirar al otro como un hermano, digno de amor y atención.
Además, es una mirada de esperanza. Es capaz de contemplar un mundo diverso, vivo y lleno de posibilidades, donde todos tenemos un lugar y somos acogidos tal y como somos. Por eso, la abundancia de colores en el cartel no es casual: cada color representa la riqueza de nuestra diversidad, la alegría de vivir en comunidad y el deseo de construir entre todos un mundo más fraterno, alegre y solidario. Los tonos azules y verdes nos conectan con la paz, la serenidad y el cuidado de la creación, valores que también forman parte de nuestro compromiso con el PEG.
Las siluetas de personas que rodean el ojo reflejan la idea de comunidad, de Iglesia sinodal que camina unida, donde niños, jóvenes y adultos se acompañan, se escuchan y se cuidan mutuamente. Forman una cadena, símbolo de unidad, de fraternidad, donde nadie queda fuera y todos somos importantes (Versión 1).
Pero hay algo más muy especial en este cartel: este grafiti lo firma un artista único, Jesús.
Él sigue pintando de color y esperanza nuestro mundo, a través de su Palabra y de cada gesto de amor, de cada persona que decide enseñar, acompañar y cuidar a los demás. Este grafiti es una obra viva, en constante creación, porque cada uno de nosotros está llamado a seguir completando ese mural de esperanza con nuestras palabras, actitudes y acciones diarias.
Este cartel es una herramienta visual para trabajar con los alumnos la importancia de acompañarnos, de evangelizar desde la cercanía y el cariño, y de ser constructores de una comunidad donde todos nos sintamos cuidados. Nos recuerda que, como decía Jesús, “Id y enseñad” no es solo un mandato, sino una invitación a caminar juntos, a enseñar y aprender desde el amor, la solidaridad y el respeto.
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(Lc 4, 18)




